lunes, 8 de octubre de 2012

Y...la recomendación es...

La última semana ha sido muy movida. He ido al teatro más que a ningún otro sitio.

1: Descubro la Sala Kubik Fabrik, en Usera. Fantástico lugar, sin duda. 
Una especie de viejo almacén ( creo que fue un obrador o algo parecido...) remodelado para la escena. Tiene esto que cada vez me gusta más y que no es otra cosa que saber mantener las huellas de lo que fue para convertirse en algo diferente y mejor, claro. Vemos "El Gran Atasco" de Fernando Sánchez Cabezudo y con Ana Cerdeiriña y él mismo como intérpretes. Espectáculo cuidadísimo. Historia sencilla de dos seres a la deriva encerrados en un atasco eterno. Parece que todos estamos en ese mismo lugar ,sin posibilidad de escape. Me recuerda por momentos "Esperando a Godot", pero sin duda la función gana enteros - y de qué manera- cuando la mujer se convierte en novia y el hombre decide transmutarse en un cura que auto-oficia su "boda". A partir de ahí va todo como un cohete. Y te ries y te apiadas a partes iguales de estos dos. Tierna, divertida y deliciosa.

2: Al día siguiente vemos "Cuando fuimos dos" en la Sala Triángulo. Mítico espacio del off madrileño ( si es que el off sigue existiendo, ya que cada día me asaltan más dudas al respecto), de Fernando J. López, que también dirige. Con Felipe Andrés y Doriam Sojo ( también productor). Comedia o drama, según se mire, sobre una pareja (gay) que se va a la mierda. Digo comedia o drama, pues hay momentos de ironía y sarcarsmo ( sobre todo en el lacónico, obsesivo e inseguro personaje que representa esupendamente Felipe Andrés) y otros que nos enfrenta a todos,  con esos instantes en los que uno sabe que TODO SE DERRUMBÓ!! ( como decía una vieja canción de la Jurado) y donde nos queremos posicionar al lado de alguno de ellos. Al lado del descarado, alegre, hedonista e incluso frívolo personaje de Doriam Sojo ( ideal en su papel) o al lado del otro, del cornudo...ya se sabe que en esto siempre hay un cornudo. Real o imaginario, eso de igual. No tengo muy claro quién gana la partida en esto de las rupturas, pero estoy convencido que siempre hay un perdedor. Función perfectamente  resuelta en su propuesta  y  recomendable.